domingo, 23 de mayo de 2010

Lover Mine (Capítulo IV)

Capítulo 4

Bien, creo que estamos listos.

John sintió un ultimo pinchazo a través de sus hombros y entonces la maquina se detuvo. Enderezándose del respaldo en el que estuvo apoyado las dos ultimas horas, estiro sus brazos por sobre su cabeza y volvió su torso a su lugar.

-Dame un segundo y te limpio.

Mientras el humano mojaba unas toallas de papel con liquido antibacterial, John acomodó su peso en su columna una vez mas, y dejó que el hormigueo producido por el trabajo de la aguja resonara por todo su cuerpo.

En el silencio, un recuerdo vino a su mente, uno en el que no había pensado en años. Era de los días en los que vivió en el orfanato de Nuestra Señora, cuando no tenia idea de lo que realmente era.

Uno de los benefactores de la iglesia era un hombre rico que tenia una casa a las orillas del lago Saranac. Cada verano, los huérfanos eran invitados a pasar el día ahí, a jugar en el jardín que era del porte de un estadio de fútbol, a dar paseos en sus hermoso bote de madera y comer sandwiches y sandía.

John siempre se insolaba. No importaba cuanta crema le pusieran, su piel siempre se quemaba hasta casi achicharrarse. Hasta que finalmente lo relegaron a permanecer en la sombra en el pórtico, forzado a esperar que todo acabara, veía como todos los niños y niñas hacían sus cosas y escuchaba sus risas. Mientras él tenia que comer sólo, siendo un espectador en lugar de ser parte de todo aquello. Curioso, su espalda ahora se sentía igual que durante esos días: Tirante y le picaba, especialmente cuando el tatuador le aplicaba el antibacterial sobre la tinta fresca del tatuaje.

Tío, John recordaba que temía que llegara aquel sufrimiento anual en el lago.

Él deseaba tanto estar con los otros, aunque si era honesto, no era tanto por lo que estaban haciendo, sino más bien por que estaba simplemente desesperado por encajar.

Por Dios, ellos podrían haber estado masticando vidrio y manchando de sangre sus camisas y el todavía hubiese estado ansioso por participar.

Aquellas seis horas en ese pórtico, con nada mas que un libro de comic o talvez algún nido de pájaros para investigar y reinvestigar, parecían meses. Era mucho tiempo para pensar y anhelar. Siempre había esperado ser adoptado y en momentos solitarios como aquellos, el deseo lo había consumido: incluso mas que estar con los otros niños, el quería una familia, una madre y un padre real, no guardianes que recibían dinero para cuidarlo. El quería ser “poseído”, el quería que alguien le dijera tu eres mío.

Por supuesto ahora sabia lo que realmente era. Ahora que vivía como vampiro entre vampiros, el entendía ese asunto de poseer mas claramente.

Seguro, los humanos tenían un concepto de familia, matrimonio y toda esa mierda, pero su verdadera raza eran mas como una manada de animales, los lazos de sangre y las uniones eran mucho mas viscerales y devastadoras.

Mientras pensaba en cuando era mas joven y triste, su pecho le dolía, aunque no era porque quisiera volver en el tiempo y decirle a ese niño que sus padres ya vendrían por él. No, le dolía por que la única cosa que quería casi lo destruye. Su adopción de hecho había llegado pero no había durado. Wellsie y Tohr habían entrado en su vida, le dijeron lo que realmente era y le habían mostrado una pequeña visión de lo que era un hogar.... y luego desaparecieron. Así que podía decir categóricamente que era mucho peor haber tenido padres y haberlos perdido que no haberlos tenido nunca.

Si, seguro, Tohr estaba técnicamente de vuelta en la mansión de la hermandad, pero para John el seguía lejos: Aunque ahora le decía las cosas correctas, muchas partida habían ocurrido, tantas que ahora que una llegada podría realmente ocurrir, era demasiado tarde.

John había terminado con todo lo relacionado con Tohr .

- Aquí hay un espejo, míralo, hombre.

John asintió a modo de gracias y se acercó al espejo que se ubicaba en una esquina. Mientras Blay volvía de su larga salida a fumar y Qhuinn emergía de la otra habitación, John se giró y vio lo que había en su espalda. Dios, era exactamente lo que quería, y las líneas eran espectaculares. Asintió mientras movía el espejo de mano para ver el tatuaje desde todos sus ángulos.

Tío, era una pena que nadie más, aparte de sus amigos, lo fuera a ver. El tatuaje era espectacular y más aun, no importaba lo que pasara ahora, si encontraban a Xhex viva o muerta, ella siempre estaría con el.

Que lo maldigan, pero estas cuatro semanas desde su secuestro habían sido las mas largas de toda su vida, y el había tenido días jodidamente largos antes que pasara toda esta mierda. El no saber dónde estaba ella. No saber qué le había pasado. El haberla perdido... se sentía como si lo hubiesen herido mortalmente. Aunque su piel estaba intacta y sus brazos y piernas no estaban rotos y su pecho no había sido penetrado por ninguna bala o cuchillo. Pero en su corazón ella le pertenecía. Incluso si él la traía de vuelta para que ella pudiera vivir una vida que no lo incluía, eso estaba bien. El sólo la quería viva y a salvo.
John miró al tatuador, puso su mano sobre su corazón e hizo una reverencia. Mientras se levantaba de su gesto de gratitud, el sujeto estiró su mano.
- De nada amigo. Significa mucho tu aprobación. Déjame ponerle crema y taparlo.

Después que se dieron la mano, John señalo mientras Blay traducía
-No es necesario él sana a la velocidad del rayo
-Pero va a necesitar tiempo para...el tatuador frunció el ceño mientras miraba el tatuaje.


Antes que el sujeto comenzara a hacer preguntas, John se alejo y tomo su ropa de las manos de Blay. El asunto era que la tinta que trajeron con ellos la habían sacado del lugar secreto de V, lo que significaba que parte de su composición incluía sal. Ese nombre y esas líneas eran permanentes y su piel ya había sanado. Lo que era una de las ventajas de ser un vampiro de raza casi pura.

- El tatuaje es lo máximo dijo Qhuinn – es sexo puro.

Como si la llamaran, la mujer que el acababa de follar salió detrás dela cortina de la otra habitación, y era difícil no notar la expresión de dolor en la cara de Blay. Especialmente cuando ella deslizó un pedazo de papel en el bolsillo trasero del pantalón de Qhuinn. Sin duda su numero estaba escrito ahí, pero realmente no tenia que mantener sus esperanzas, una vez que el tío tenia a alguien, eso era todo. Como si sus compañeras sexuales fueran comida que no podía ser recalentada y nunca comía las sobras. Desgraciadamente la doble de Kat Von D tenia estrellas en sus ojos.

- Llámame – le murmuro con una confianza que desaparecería con los días. Qhuinn sonrió un poco

- Cuídate.


Al sonido de esa palabra, Blay se relajó, se notó en sus hombros. En Qhuinnlandia, “cuídate” era sinónimo de nunca mas te voy a ver, llamar o acostar contigo.

John sacó su billetera, la cual estaba repleta de billetes y ninguna identificación, sacó cuatrocientos dólares, lo cual era el doble de lo que el tatuaje había costado. Mientras el tatuador comenzaba a negar con la cabeza y a decir que era demasiado, John asintió a Qhuinn. Los dos levantaron su mano derecha hacia los humanos, y luego penetraron sus mentes y cubrieron los recuerdos sobre el último par de horas. Ni el tatuador ni la recepcioncita tendrían un recuerdo concreto de lo que había pasado, a lo mas podrían tener un sueño vago, a lo menos tendrían un dolor de cabeza. Mientras el par entraba en trance, John, Blay y Qhuinn salieron de la tienda para adentrarse en las sombras. Esperaron hasta que el tatuador volvió a enfocarse, se acerco a la puerta y le puso seguro... y entonces era hora de volver a los negocios.


-¿A Sal´s? Pregunto Qhuinn, su voz mas baja de lo usual gracias a la satisfacción post coito.

Blay encendió otro cigarrillo mientras John asentía mientras señalaba
Nos están esperando.

Uno después de otro, sus amigos desaparecieron, pero antes de que John pudiera hacerlo, se detuvo un momento, sus instintos en alerta.

Mirando de izquierda a derecha, sus ojos, como láser, penetraron la oscuridad. La calle Trade tenia muchas luces de neón y los autos seguían circulando por que eran sólo las dos de la madrugada, pero él no estaba interesado en las partes iluminadas, los callejones oscuros eran el objetivo. Alguien le estaba observando. Puso su mano dentro de su chaqueta y cerró su palma alrededor de la empuñadura de su daga. No tenía problemas matando al enemigo, especialmente ahora, que sabia de sobra quien tenia a su mujer... y esperaba que algo que oliera como un venado que llevaba una semana muerto se le acercara, no tenia tanta suerte, en su lugar, su celular comenzó a sonar, sin duda Qhuinn y/o Blay se estarían preguntando donde demonios estaba. Esperó un minuto más y decido que la información que esperaba tener de Trez y iam era mas importante que golpear a cualquier cazador que se escondiera en las sombras. Con la venganza fluyendo por sus venas, John se desmaterializó y volvió a tomar forma en el estacionamiento del restaurante Sal´s. No había autos alrededor y las luces que usualmente brillaban en las afueras del edificio estaban apagadas. La puerta doble del restauran se abrió y Qhuinn saco su cabeza.

- ¿Qué demonios te tomó tanto tiempo?

La paranoia pensó John.

Revisaba mis armas, señalo mientras se acercaba.

-Podrías haberme pedido que esperara o hacerlo aquí.

Sí mamá.

El interior del lugar estaba decorado al estilo de la vieja escuela con papel tapiz rojo y alfombrado lujoso. Todo desde las sillas del y las mesas con manteles de lino hasta la vajilla y cubiertos de palta eran una reproducción de lo que había sido la moda durante los años sesenta y la vibra era del estilo Dean Martín: suave, rico y con la clase del casino Sands.


Frank Sinatra cantaba “Fly me to the moon”, los parlantes probablemente rechazarían tocar otra cosa.

Los tres se dirigieron hacia la habitación donde estaba el bar, donde el aroma acre del humo de cigarrillo permanecía en el aire, a pesar de las leyes antitabaquismo de Nueva York.

Blay se dirigió atrás de la barra para servirse una coca cola, y John camino por la habitación, con las manos en la cadera y la vista fija en el piso su camino esta delineado por las butacas de cuero que estaban en la habitación, Qhuinn se sentó en una de ellas.

- nos dijeron que esperáramos y tomáramos algo, ellos vienen en un segundo.

En ese momento, desde la habitación trasera con el signo de “solo personal autorizado” unos golpes y un gemido interrumpieron la voz de Sinatra. Con una maldición, John siguió el ejemplo de Qhuinn y se sentó enfrente de él. Si las sombras estaban trabajando a un pedazo de mierda se iban a demorar mucho mas que un segundo. Mientras Qhuinn estiraba sus piernas debajo de la mesa y acomodaba su espalda, todavía brillaba, sus mejillas coloradas por el esfuerzo, sus labios hinchados por los besos. Por un momento John estuvo tentado a preguntarle porque insistía en tener sexo con otras personas enfrente de Blay, pero se tragó la pregunta al mirar la lagrima roja tatuada en la mejilla del tío.

¿De qué otra forma el bastardo iba a poder tener sexo? Si literalmente estaba pegado a la cadera de John y todo lo que hacían era salir y pelear... con Blay como parte de equipo.

Blay se acerco con su coca-cola, se sentó junto a John y permaneció en silencio.

Demasiado incomodo pensó John cuando ninguno de ellos dijo nada. Diez minutos después, la puerta con el signo “solo personal”se abrió ampliamente y Trez salió de la habitación.

- Disculpen por la espera. Tomo una toalla de mano de detrás del a barra y se limpio la sangre de sus nudillos – iAm esta tirando la basura en el callejón, vuelve enseguida.

¿Sabemos algo? señalo John. Luego de que Qhuinn tradujera, los ojos de Trez se volvieron calculadores.


-¿Sobre qué?

- Xhex, dijo Qhuinn

Trez se tomo su tiempo en doblar la ahora manchada toalla.

- Lo ultimo que supe es que Rhev estaba viviendo en la mansión con ustedes.


Así es.

La sombra apoyó sus manos en la barra y se inclinó, los músculos de sus hombros sobresalían.

-Entonces ¿por qué me tienen que preguntar por su búsqueda y rescate?


La conoces muy bien, señalo John. Después de la traducción, los oscuros ojos de Trez se volvieron de un verde brillante.

- Así es, ella es una hermana aunque no tengamos la misma sangre.

¿Entonces cual es el problema? John volvió a señalar.


Qhuinn dudó, como si quisiera asegurarse de que John realmente necesitaba decirle eso a una sombra. John le hizo una señal para que hablara. Qhuinn sacudió un poco la cabeza.

- Él dice que entiende eso, sólo quiere asegurarse de que todos los caminos están cubiertos.


-No creo que eso haya sido lo que señaló. La sonrisa de Trez era fría –y este es mi problema, que ustedes al venir aquí y preguntarme qué es lo que pasa sugieren que ni ustedes ni su rey confían en que Rhev les de alguna información o ustedes no creen que él se esté rompiendo las pelotas para encontrarla y esa mierda no va conmigo.

iAm salió de la habitación del personal y sólo saludo con la cabeza mientras se paraba al lado de su hermano, lo que era el mayor gesto de bienvenida que se podía recibir por su parte. El no desperdiciaba las palabras. O los golpes, dada la cantidad de sangre en su polera gris. Y el tío no pidió una recapitulación de la conversación. Parecía estar totalmente al corriente, lo cual significaba que había visto algo en una cámara de seguridad en la otra habitación, o estaba leyendo correctamente la tensión en el poderoso cuerpo de su hermano.

No vinimos aquí a pelear o a ofenderlos, solo queremos encontrarla. John señaló. Hubo una pausa después de que Qhuinn tradujera, y entonces Trez hizo la pregunta del millón de dólares.

-¿ Su rey sabe que están aquí?

Cuando John negó con la cabeza, los ojos de Trez se entrecerraron aún mas.

- ¿Y qué esperan precisamente recibir de nosotros?


Cualquier cosa que crean o sepan que sea verdad acerca de dónde esta Xhex, y cualquier información sobre el trafico de drogas aquí en Caldwell. Esperó a que Qhuinn pudiera traducir y continuó. Asumiendo que Rhev está en lo correcto y que Lash era el que estaba eliminando a los demás traficantes de la ciudad, entonces es jodidamente obvio que él y la sociedad van a llenar el vacio que crearon. Otra pausa para Qhuinn.

Así que ¿dónde va la gente a comprar aparte de los clubes en Trade? ¿ Hay alguna disputa por el crack? Y ¿quiénes son los mayores proveedores con los que Rhev trabajaba? Si Lash esta tratando de traficar alguien le tiene que estar dando la mierda. Una última pausa para Qhuinn.

Hemos estado en los callejones, pero hasta ahora, no nos ha llevado a ninguna parte. Solo humanos traficando con humanos.

Trez se enderezó y se podía oler el olor a madera quemándose mientras su cerebro trabajaba.

- Déjame preguntarte algo.

Seguro. Señalo John.

Trez miro a su alrededor y miro nuevamente a los ojos de John.

- En privado.

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